Ayer, en la Sidreria La Montera Picona tuvo lugar la primera Charla de Chigre enmarcada de la novena edición de Gijón de Sidra. En ella charlamos sobre el Futuro de la Sidra Dop junto a Daniel Ruiz, gerente de la Sidra Dop, Tino Cortina, presidente de la Sidra Dop, Iván de La Plata, organizador del certamen, Eloy Cortina de Sidra Cortina, Gerardo Menéndez de Sidra Menéndez y Emilio Rubio propietario de la Sidreria.
La tertulia, que duró poco más de una hora, fue muy amena y enriquecedora. Daniel Ruiz presentó un hilo conductor bajo una serie de premisas que fuimos desarrollando y exponiendo nuestras opiniones.
Quizás el primer punto donde coincidimos todos es en que debe existir unión entre todos los que forman parte del sector de la sidra, desde el agricultor que planta el manzano hasta que se escancia un culin de sidra en el chigre. En la unión está la fuerza y debemos avanzar todos en una misma dirección. Paso que queda evidenciado en la reciente unión entre la sidra de manzana seleccioanda y la sidra de Denominación de Origen Protegida.
Se destacó mejorar la promoción fuera de Asturias, en exportar el concepto sidrería. La sidra asturiana ha conformado una cultura propia que no tiene parangón en ningún otro lugar del mundo y que también puede ser aprovechada desde el punto de vista económico. No es posible vender una caja de sidra a un bar de Sevilla y pedirle al encargado que se ponga a escanciar sin más. Creo que la sidra natural debe de expandirse fuera del Principado acompañada de una cultura propia, con el escanciado tradicional, que, a mi juicio no debe de ser un hándicap sino una oportunidad y un foco de atracción por su exclusividad.
Además, también se expuso la necesidad de crear cultura sidrera dentro de la población asturiana empezando por los más pequeños. Eloy Cortina destacaba la importancia de acercar a los niños a los llagares traídos de excursión desde los colegios para enseñarles la actividad de un llagar de sidra e introducirlos en la elaboración de la misma. Sólo si conocemos el trabajo que existe detrás de una botella de sidra podremos valorarla y defenderla como parte importante de la cultura asturiana.
Se planteó el problema de la vecería en las pomaradas asturianas. Solventar las numerosas carencias que todavía plantea el sector cosechero de manzana es una de los objetivos irrenunciables para los próximos años si se quiere que la sidra asturiana dependa cada vez menos de la materia prima foránea. Así, por un lado, los profesionales califican de indispensable el avance en los estudios que permitan reducir, cuando no eliminar, los efectos de la vecería o alternancia bianual de cosechas.
Crear una escuela de escanciadores fue otra de las ideas por las que apostamos y que siempre apoyamos desde el blog. Los profesionales del sector consideran que el tradicional escanciado debe de desempeñar un papel clave en el futuro de la sidra. Echarla un culete tiene que ser un importante reclamo, un servicio especializado y personalizado, perfectamente identificado con el producto y con la región, que no sólo aporte imagen y tipicidad, sino, también, diferenciación y valor añadido. En este sentido, el sector reclama la creación de una escuela de escanciadores de sidra donde el escanciador sea casi un sumiller que controle el perfecto servicioy cualidades de la sidra.

Es evidente que la sidra reúne todas las características para tener un futuro prometedor y sin duda debemos aunar ideas y trabajo para darle el lugar que se merece en el mundo.
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